El verdadero aprendizaje y la innovación en la era de la IA surgen de la práctica directa, en lugar de buscar atajos mediante "palabras clave perfectas". Tema central: El caos es la esencia. Un error común en el campo de la IA actual es que se sobrevalora la precisión y la rapidez de los resultados, intentando evitar el caos del proceso. Rechazar la "superstición de la palabra clave" El autor menciona que cuando demuestra productos creados con IA, la primera pregunta de la gente suele ser: "¿Qué palabras clave usaste?" • Idea errónea: la gente cree que existe un "hechizo mágico" que puede producir el mismo resultado simplemente copiando y pegando, omitiendo así el arduo proceso de pensamiento. La verdad es que la clave del desarrollo de productos reside en el problema que se resuelve, cómo se diseña la arquitectura y qué se aprende en el proceso. El proceso de desarrollo en sí es caótico y complejo, y ninguna palabra clave puede reemplazar la experiencia adquirida mediante ensayo y error. Solo poniéndote manos a la obra puedes llegar a la esencia. El valor del proceso: esos intentos fallidos, el código fallido y el esfuerzo de la depuración son precisamente los momentos en los que se aprende. Los tutoriales solo pueden enseñarte a seguir el camino que otros han trazado, pero la verdadera comprensión surge del proceso de desviarse de la ruta, perderse e intentar encontrar el camino de regreso. Óptimo Local vs. Óptimo Global: Basarse en marcos y tutoriales existentes puede, en el mejor de los casos, llevarte a un "óptimo local", pero ese es solo el límite para otros. Para lograr un "óptimo global" mediante la innovación, debes explorar áreas sin definir y abordar problemas aún no definidos. Deja de esperar permiso. Muchas personas (incluidos fundadores, ingenieros y operadores) están acostumbradas a buscar algún tipo de "permiso" o a esperar el momento perfecto antes de actuar. El autor señala que este obstáculo suele ser una limitación psicológica autoimpuesta. En el mundo actual, donde la IA ha reducido drásticamente las barreras de entrada, se puede intentar resolver problemas aparentemente obvios sin la aprobación de nadie. La competitividad fundamental del futuro: iniciativa + curiosidad. Cuando la IA pueda gestionar todas las tareas predecibles, el valor fundamental de la humanidad será la iniciativa y la curiosidad. En otras palabras, significa estar dispuesto a hacer reparaciones sin orientación, atreverse a construir sin permiso y estar dispuesto a "ensuciarse las manos" incluso cuando se desconoce el resultado. Lea el texto original
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