Hilo de Steven Sinofsky (@stevesi)

2/2 Estos estados se encuentran claramente en una situación donde los líderes actuales creen estar brindando una mayor calidad de vida a los contribuyentes, al tiempo que consideran que sus políticas son la causa del éxito empresarial en el estado. Viven en un mundo que no comprende el origen del éxito estatal. No se debió a la política fiscal actual, sino a las anteriores. Tras 20 años contratando a recién graduados universitarios en Microsoft (un promedio de 150 al año durante 20 años, unos 3000 en total), la ausencia de impuesto estatal sobre la renta y la carga fiscal relativamente baja siempre fueron argumentos de venta que utilicé, incluso si un joven de 20 años no lo comprendía del todo (yo me mudé desde Massachusetts y lo entendía perfectamente). Los padres con los que hablaba (algo habitual) siempre lo comprendían, ya que muchos de nuestros empleados venían de Nueva York, California, Massachusetts, Canadá, etc. Irónicamente, el estado aprobó —en contra del voto mayoritario de los ciudadanos— un impuesto sobre las ganancias de capital, a sabiendas de que muchos de los empleos que atraen gente al estado basan la remuneración en acciones, gravando así a quienes se mudan allí. La propuesta de valor no existe. Peor aún, la estructura tributaria incentiva la compraventa de acciones en lugar de su tenencia, lo cual es justo lo contrario de lo que hace que la remuneración basada en acciones sea tan atractiva para los nuevos empleados. Washington está destruyendo valor en todos los ámbitos.