El fin del parto es que culmine con madre e hijo vivos.
El fin de la lactancia es que el hijo se alimente y gane peso.
Los avances médicos y tecnológicos han logrado que el parto sea cada vez más seguro en los hospitales. Y que casi no mueran niños gracias al biberón.
Durante siglos mujeres y bebés morían en el parto, o les quedaban secuelas gravísimas. O las mujeres pasaban dolores horribles durante días. Muchas mujeres hacían lo imposible por no quedarse embarazadas.
Y muchos niños morían desnutridos porque sus madres no tenían leche.