Esto es una de las cosas más tristes que he visto. Piénsalo de forma holística. Un chino gordo en una pequeña habitación de hotel en Tokio, haciendo una voz en off robótica para la cursi prosa púrpura de ChatGPT sobre el ajetreo y bullicio de Pekín que hemos perdido, sin ningún detalle que un local hubiera sabido, solo tópicos genéricos sobre el pato pekinés. «Diplomáticos codeándose con estafadores que podrían venderte cualquier cosa, desde bolsos Gucci falsos hasta contratos de fábrica»… Vaya. Eso sí que fue… una ciudad de todos los tiempos. Ah, nostalgia de un chico de Harvard que va a Moscú en 1995. Ni siquiera puedo parodiarlo. Totalmente desalmado en todos los niveles, desde el sujeto hasta la ejecución. Y todo el ecosistema del Colapso de China es así. Por cierto, los nerds rusos que hacen videos sobre el Colapso de China son más carismáticos (bueno, estamos al borde de la Hajnali, claro), pero también usan este ridículo teleprompter. Personas en lo que parece ser la miseria, con un trabajo a destajo de «líder de opinión emergente con menos de 10.000 seguidores», marionetas de carne y hueso para contenido algorítmico. Y lo está impulsando @SolomonYue, quien lleva años haciendo estas tonterías manualmente. No sé, me da un poco de miedo que Ken no pueda responder de forma natural. Está publicando estos videos sin parar, y no están teniendo mucha repercusión. O sea, no es un bot indio, es una persona real haciendo esta porquería. Me vería publicando videos sin parar si tuviera algo que me quemara por dentro, el deseo de compartir algo de verdad con el mundo, al diablo con la recepción. Pero está leyendo chatgpt con cara de pez muerto y no tiene a nadie que le diga que es vergonzoso, escalofriante y contraproducente. Probablemente esté aislado allí en Japón. Y a nadie le importará. Excepto a mí.
jajaja

