Los derechos de autor no son el verdadero motivo de los artistas anti-IA. Es el pretexto legal para liderar la cruzada, pero la cuestión filosófica más profunda es que el dualismo está perdiendo. Para un dualista, la mente es metafísica y está separada del cuerpo, dotada del poder de crear. Una máquina no puede.
El dualismo fue formalizado por René Descarte. La mente es metafísica, aespacial e inmortal. Su esencia es el pensamiento y la consciencia. El cuerpo, por el contrario, es una entidad física, material, que ocupa espacio y funciona como una máquina, sujeta a las leyes de la física.
Descartes creía que la glándula pineal era "la sede principal del alma". Sus afirmaciones anatómicas eran erróneas, incluso para la época. Pero se le disculpa: en aquel entonces, no se sabía nada de células, neuronas, ADN, átomos, electricidad, microbios, etc.
Siempre pensé, incluso cuando era adolescente, que la mente era una máquina de decisiones para las células de nuestro cuerpo. Que nuestra alma, nuestra conciencia, es probablemente una propiedad emergente de los procesos electroquímicos en el cerebro. Algunos encuentran esto triste. Lo encuentro increíblemente hermoso.
Llegué a esta conclusión al observar que animales como los gatos realizan una simulación del mundo hacia adelante para anticipar su próximo salto, el camino óptimo a seguir o la trayectoria de una presa.
Estas extrapolaciones no se basan en el razonamiento. La cantidad de datos que se deben procesar sobre la marcha es demasiado grande como para basarse en el pensamiento. Por lo tanto, son intuitivos. Los cerebros son máquinas probabilísticas.
Los cerebros humanos también son probabilísticos. Así es como jugamos al fútbol, extrapolamos intuitivamente la trayectoria de la pelota y de los otros jugadores. No ordenamos manualmente a los músculos de nuestras piernas que se muevan de acuerdo con ecuaciones calculadas mediante el pensamiento consciente.
Una intuición bien calibrada suele llamarse "talento". Es en parte innata y en parte adiestrada. Lo que hace que el cerebro humano sea cualitativamente diferente es su capacidad de tener cadenas de pensamientos muy largas: podemos planificar días, semanas, meses, años, incluso décadas y siglos por adelantado.

