Warren Buffett dijo una vez: "Realmente disfruto estudiando casos de fracaso; queremos saber exactamente cómo esas empresas se hundieron". Descubrió que el mayor asesino de empresas a menudo no es la tecnología obsoleta o los cambios del mercado, sino la "complacencia": la mentalidad de pensar: "Lo hemos hecho tan bien que no necesitamos trabajar más duro". Los verdaderos maestros siempre están "en el camino". Al igual que cuando se escala una montaña, cuando se llega a la mitad del camino y se ve el paisaje, algunas personas se detendrán a tomar fotografías y sentirán que "han llegado a la cima", pero no saben que hay picos aún más altos por delante. Los verdaderos escaladores, sin embargo, recogerán su equipo y continuarán hacia arriba, porque saben que cada paso es un nuevo comienzo y cada pausa puede convertirse en el preludio de un descenso. Ya sean las dudas que enfrentó Jack Ma cuando fundó Alibaba o la exploración de Zhang Yiming para romper límites con ByteDance, todos sabían que la única constante en el mundo de los negocios es el cambio. Conformarse con los logros actuales es como remar contracorriente; si no avanzas, te quedas atrás. Los verdaderos emprendedores siempre se sitúan en la posición de "principiantes", manteniendo el asombro ante lo desconocido, la sensibilidad al cambio y la curiosidad por los usuarios. Esta es quizás la lección más valiosa que nos han dejado las empresas que han superado ciclos y han seguido creciendo.
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