Ya en su cuarto año, la ola de IA avanza a un ritmo sin precedentes. Un producto pequeño como PMF (Product-Market Fit) podría validarse hoy por primera vez, y un producto de IA maduro podría aparecer mañana. Incluso Figma está apostando fuerte, con funciones de IA iterando a una velocidad vertiginosa. Antes, nadie quería hacer el trabajo sucio, pero ahora la tecnología de IA es sofisticada y todos tienen sus propias armas nucleares; la cuestión es quién puede convertirlas en algo tangible.
En realidad, este chino conoce muy bien la situación; todo el hardware nuclear está en Shenzhen. La lógica es la misma: quien pueda convertirlo en un producto de gran éxito.