Cuando se trata de la verdad en los medios, hay una postura muy común de que los espacios públicos no son un lugar de confianza y veracidad, sino un espacio de palancas para manipular, desvinculado de cualquier valor moral. 1/3
Y las personas que adoptan esta postura a menudo se consideran a sí mismas como personas que han alcanzado un nivel superior de comprensión, como si su hiperpragmatismo fuera la verdad "real". Destruyen un tesoro común frágil e inestimable, envenenan el pozo, pero bueno, consiguen lo que quieren. 2/3
Siempre encontré una sorprendente similitud entre su justificación de esta actitud y la de alguien que se jacta de robar cosas fáciles de robar. 3/3