"He encontrado personas dispuestas a tolerar cualquier nivel de dolor crónico para evitar el dolor agudo. La gente prefiere perder lentamente durante cinco años que tener una conversación que implique un cambio drástico para dejar de perder". Se aplica a startups, empleos y relaciones 👇
Cierto en las startups: los fundadores reestructuran el producto cinco veces antes de tener la difícil conversación con un cofundador que no está funcionando. El problema no es el producto. El problema es el cofundador.
Pero esa conversación es aguda e inmediata: podría acabar con la amistad, hacer estallar la tabla de capitalización, obligar a todos a reconocer que los últimos dieciocho meses fueron una pérdida de tiempo. Así que, en lugar de eso, simplemente... siguen perdiendo poco a poco.
Cierto en el trabajo: la gente permanece durante años en puestos que ya no les corresponden porque renunciar significa admitir que los últimos tres años fueron un callejón sin salida. Tu trabajo no es interesante, el producto pierde prioridad y tu jefe dejó de defenderte.
Pero prefieres quedarte antes que desempolvar el currículum, estudiar leetcode y explicarles a tus padres por qué te cambias de nuevo. Porque lo presente y mediocre es mejor que lo desconocido.
Es cierto en las relaciones: te quedas con alguien que "está bien" porque no es lo suficientemente malo como para terminar la relación, pero tampoco lo suficientemente bueno como para seguir adelante. La alternativa es una conversación difícil, estar soltero a los 31, volver a descargar Hinge. Así que te quedas en el limbo. No miras dentro de ti.
La lección es muy simple: elige el dolor agudo.