Ese salto en las acciones de las prisiones privadas fue la medida en que los inversores estaban descontando el probable resultado político de las elecciones de 2024, y de repente las cuotas y los arrestos de inmigrantes legales como mi amigo tienen todo el sentido: lo único que importa es que alguien esté detenido, no importa quién sea.
No importa si pierden su trabajo, no importa si almacenarlos desperdicia los impuestos pagados por 10 ciudadanos productivos. Nos han enseñado a tratar el valor para los accionistas como un bien incondicional, pero industrias enteras pueden funcionar como un adicto al crack extrayendo el cobre de los aires acondicionados.