Hay una extraña regla en este mundo: los recursos tienden a fluir hacia quienes gritan, y quienes lloran se llevan la palma. Quienes se esfuerzan por innovar y resolver problemas con recursos limitados suelen ser los que finalmente son eliminados por quienes dependen de los recursos. Quienes no tienen habilidades profesionales se convierten en jefes, mientras que quienes pueden trabajar se convierten en empleados. Esto no se debe a que sean buenos en el trabajo, sino a que nunca pensaron en esforzarse por reunir recursos desde el principio. Sólo perturbando el campo energético la energía puede acumularse, y sólo cuando se acumula puede liberar una energía aún mayor. ¡Grítenlo, amigos! Si no lo hacen, los recursos serán desperdiciados por quienes tienen menos capacidad que ustedes. Los cerdos se comen todas las coles buenas, no porque estén gordos, sino porque gruñen.
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