Importancia del hito: si no puedes vencerlos, únete a ellos. Warner y Suno llegan a un acuerdo Un apretón de manos histórico entre los derechos de autor y la IA En 2024, compañías discográficas como Warner, Sony y Universal Music lanzaron una ola de demandas por derechos de autor contra las plataformas de música generativa. Una canción está siendo demandada por 150.000 dólares. Un grupo de sellos discográficos, incluidos los tres grandes Universal Music Group (UMG), Sony Music Entertainment y Warner Records, están demandando a Suno y Udio, dos empresas líderes en el campo de la creación de música impulsada por inteligencia artificial, acusándolas de violación "masiva" de derechos de autor. La compañía discográfica presentó una unidad USB que contenía indicaciones específicas y muestras musicales generadas, afirmando que estas muestras copiaban directamente el original. Los demandantes solicitan una indemnización por daños y perjuicios de 150.000 dólares (aproximadamente 1,094 millones de RMB) por cada canción y alegan que Suno copió 662 canciones y Udio 1.670 canciones. Como uno de los conflictos representativos, Warner demandó a Suno, acusando a esta última de utilizar su biblioteca musical y modelos de entrenamiento de voces de artistas para producción comercial sin autorización. La base de usuarios de Suno superó los diez millones en un año, y su valoración se acercó a los 2000 millones de dólares. Sus canciones con IA se han reproducido más de 10 000 millones de veces en TikTok y YouTube. Desde la perspectiva de la industria musical tradicional, este crecimiento se debe a: El resultado de la absorción no autorizada de décadas de activos musicales. Warner Music y otras compañías discográficas declararon: “Habéis utilizado toda la historia de la música para formaros, pero no nos habéis hecho ni una sola pregunta”. El conflicto rápidamente se convirtió en una disputa pública sobre el futuro del poder de los datos y los derechos de autor. Sin embargo, a finales de 2025, un acuerdo unió a los antiguos enemigos: Warner anunció que retiraría su demanda y que ha firmado una asociación estratégica con Suno para promover conjuntamente el ecosistema de música con inteligencia artificial con licencia. Esto no es sólo una reconciliación, sino más bien un momento en el que la industria de la música toma la iniciativa de reescribir las reglas. 🔑¿Qué significa exactamente esta colaboración? Para explicarlo claramente, hemos resumido todos los detalles principales confirmados y disponibles públicamente en una sola oración: La música con IA seguirá desarrollándose, pero a partir de ahora debe incorporarse al sistema de derechos de autor y los ingresos deben compartirse según reglas claras. Específicamente: Warner le dijo a Suno: Mecanismo de cooperación en materia de licencias de bibliotecas musicales, derechos de voz y de imagen, sistema oficial de reparto de ingresos Warner Music ha autorizado oficialmente a Suno a utilizar su biblioteca de música, audio y otros contenidos bajo licencia. Pero la premisa es: Los artistas de Warner Music tienen derecho a elegir si desean unirse o no. Esto significa que, por primera vez, derechos como la voz, el estilo y el nombre han entrado en un mecanismo comercial que permite la concesión de licencias, la fijación de precios y la asignación negociada. Suno promete: En 2026, se lanzará un nuevo modelo de licencias para modernizar el mecanismo de gobernanza de los derechos de autor, colocando la “descarga” y el “uso comercial” dentro del marco de cobro y cumplimiento. Suno ha prometido lanzar un nuevo “modelo con licencia” en 2026, y el modelo anterior se eliminará gradualmente. En condiciones de autorización, reparto de ingresos y controlabilidad, se puede utilizar para: ✔ Biblioteca musical de Warner ✔ Voces, imágenes y obras de artistas Esto significa que las fuentes de datos de entrenamiento serán abiertas, transparentes y legales, y los métodos de producción de IA estarán sujetos a regulación. En otras palabras, Cuando en el futuro hagas canciones en Suno, podrías optar por: 👉"Que un verdadero cantante interprete esta canción" 👉 "Replicando la voz y el estilo de cantantes reales" 👉 Además, todo es legal y las celebridades incluso pueden obtener una parte de las ganancias. Éste es el punto central y revolucionario de toda la historia. Esta es la primera vez que la industria da esto: La lógica legítima de fijación de precios comerciales de los cantantes como activos entrenados por IA. Pero aquí está la parte importante: A partir de ahora, la música generada en la plataforma Suno ya no podrá descargarse ni distribuirse libremente. Los usuarios gratuitos solo pueden jugar y compartir; la descarga y el uso comercial requieren pago y están sujetos a límites. En otras palabras, la era de "obtener una cinta maestra comercialmente utilizable de forma gratuita" ha terminado. El último detalle es muy intrigante: Suno ha adquirido Songkick, la plataforma de descubrimiento de espectáculos y giras de Warner Music. Esto significa que la plataforma ya no se ocupa únicamente de "obras digitales", sino que intenta llegar al mercado real de la industria musical offline. ¿Quieres subir la canción a Bilibili, Douyin y Spotify en el futuro? Primero debe pagar para obtener la autorización. La música con inteligencia artificial ha evolucionado oficialmente de ser un "juguete" a un "negocio". ❗¿Por qué de repente se dieron la mano e hicieron las paces? Porque es una tendencia inevitable: Si no puedes vencerlos, únete a ellos. El desarrollo de la música con inteligencia artificial ha superado la capacidad de los reguladores y los litigantes para gestionarla. Algunos indicadores clave de informes disponibles públicamente: El número de canciones creadas por los usuarios de Suno ha alcanzado cientos de millones. Los videos cortos en TikTok con música generada por IA han obtenido más de 10 mil millones de visitas. La tasa de crecimiento de los videos de "Portada de IA" en YouTube es de aproximadamente 8 veces al año. Plataformas líderes como Udio y Suno han recaudado más de 500 millones de dólares en financiación anual total. Casos aún más sorprendentes: Después de que una canción generada por IA que imitaba la voz de Drizzy se volviera viral en TikTok, el equipo intentó lanzarla, pero una compañía discográfica la eliminó rápidamente. Un músico independiente utilizó Suno para lanzar 50 canciones en tres meses, impulsando directamente sus oyentes mensuales en Spotify a más de un millón. Esto demuestra que: Toda la estructura creativa ha sido remodelada por la "co-creación del usuario + producción de IA", y la industria musical ya no puede usar el antiguo orden para lidiar con las nuevas relaciones de producción. Por lo tanto, la asociación de Warner con Suno no es un compromiso. Se trata más bien de una cuestión de autorrescate y reestructuración industrial. Músicos: De "ser utilizados pasivamente" a "participar activamente en el reparto de ingresos" Esto también significa que los tres derechos fundamentales de los músicos han sido claramente fijados: Semejanza de voz Codificación de estilo Derechos de formación derivados del trabajo Esto permite a los músicos: Decidir si se autoriza, determinar el alcance de la autorización y participar directamente en las ganancias. El sonido y el estilo se han convertido en unidades de derechos de autor comercializables. Este es un tipo de activo importante que la industria de la música nunca ha definido antes. 🎯Un acuerdo que cambió la narrativa de la industria pasado: La IA es la infractora → La discográfica protege sus activos mediante litigios Ahora: La IA como canal de negocio → Las discográficas utilizan colaboraciones para impulsar las valoraciones y las expectativas de ingresos. Este es un punto de inflexión estratégico típico: El acuerdo entre Warner y Suno marca un primer paso significativo para cambiar el enfoque de la defensa de los ingresos a la expansión del crecimiento. Nos dice que la tecnología no se detendrá por la controversia, sino que la industria debe encontrar una manera legítima de avanzar. Warner y Suno también proporcionan un paradigma reutilizable: No se trata de detener la tecnología, sino de permitir que los derechos y los valores sigan fluyendo a través de la tecnología. Industria editorial, industria del cine y la televisión, industria de la educación, industria de los medios de comunicación... Todos ellos se enfrentarán a los mismos problemas y las mismas decisiones en el futuro: ¿Cómo se pueden legitimar los datos de entrenamiento? ¿Cómo debe distribuirse el valor derivado de una obra? ¿Cómo se pueden seguir valorando las contribuciones humanas en la era tecnológica? La industria musical fue la primera en dar una respuesta: En lugar de reescribir, participe en la reescritura. Dejemos que la tecnología traiga un nuevo orden a la creación y a los derechos, en lugar de destruirlos.
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