Existe una verdad simple pero profunda: las cosas que no se pueden "definir" no se pueden "mejorar". Esos pensamientos fugaces, los esbozos de planes de negocio y las iniciativas que siempre se postergan, no son más que ilusiones hasta que se ponen a prueba en la realidad. Es como dibujar un plano perfecto: si no visitas la obra para ver las condiciones reales del terreno, los materiales y los trabajadores, nunca sabrás dónde podrían surgir los problemas ni dónde se podrían mejorar las cosas. Mucha gente teme al fracaso y siempre piensa que debe esperar a que todo sea "perfecto" antes de actuar. Pero el verdadero éxito a menudo se logra tropezando y cayendo en medio de la imperfección. Como cuando Jack Ma fundó Alibaba: nadie sabía si el modelo C2C funcionaría, y él mismo realizaba ajustes constantemente. Zhang Yiming, al construir ByteDance, desde los inicios de Neihan Duanzi hasta la posterior Douyin, también descubrió las verdaderas necesidades de los usuarios mediante repetidos ensayos y errores. Por lo tanto, en lugar de perfeccionar sin cesar un plan "perfecto" en tu mente, es mejor ponerlo a prueba en la realidad. Incluso un pequeño paso, una prueba a pequeña escala y escuchar las opiniones reales de los demás revelarán nuevas posibilidades. Porque solo al enfrentarse a la realidad esas ideas vagas se aclaran y esos planes aparentemente viables encuentran un camino real hacia la implementación.
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