Hilo de Jeffrey Emanuel (@doodlestein)

Aquí está el texto plano: “Conocí gente del departamento de bioquímica porque tenía que estudiar las bacterias. De hecho, también conocí gente del departamento de química orgánica porque descubrí que algunos mutantes de fagos también presentaban deficiencia de triptófano.” Eso ya se sabía, pero conseguí uno de estos y decidí averiguar por qué, así que empecé a trabajar en la biosíntesis del triptófano y elaboré una teoría sobre lo que podría estar sucediendo, si tuviera que sintetizar uno de los intermediarios. Así que me dirigí al Laboratorio Dyson Perrins, donde conseguí un banco de trabajo y me puse a trabajar. Una mañana, Sir Robert Robertson... Robertson apareció de repente y empezó a preguntarme qué estaba haciendo, se interesó mucho, y yo no pude explicarle que era... un intruso y, al parecer, una semana después, volvió y preguntó dónde había ido esa persona tan interesante, porque yo había terminado mi trabajo y había desaparecido, y entonces... pero, de hecho, de nuevo, verá, eso es muy interesante porque si quiere... necesitaba esos productos intermedios; no se podían conseguir en ningún sitio, así que lo mejor era ir y fabricarlos. O sea, ¿cómo se hacen? Coges un papel y dice, ya sabes, toma dos cucharaditas de este compuesto y remueve bien, así que lo hice, ¿ves?, y lo preparé, lo cristalicé, pero esto es algo que siempre puedes hacer... está a tu alcance. No hay magia en esto, y creo que toda la filosofía que dice que, a menos que hayas pasado por este camino, si eres un viejo de 25 años, no puedes hacerlo, que lo que tienes que ser es tener 18 años, ser ingenuo, ir a un curso y aprender cómo hacerlo, es completamente falsa.