En el mundo empresarial, el verdadero éxito a menudo radica en la sabia elección de cómo afrontar las dificultades: aceptar activamente las dificultades necesarias que conducen al crecimiento, al tiempo que se evitan las dificultades ineficaces que consumen tiempo y energía. Nadie alcanza el éxito sin superar dificultades; al igual que cuando Jack Ma fundó Alibaba, experimentó innumerables contratiempos y dudas, e incluso fue considerado un "loco". Cuando Zhang Yiming lideró a ByteDance en la exploración de las direcciones de los productos, también sufrió innumerables noches sin respuestas. Estas dificultades son las pruebas que nos ayudan a superar los obstáculos, el terreno fértil para acumular experiencia y el alimento que fortalece nuestros corazones. Pero la vida está llena de más "amargura", como enredos sin sentido, conflictos internos recurrentes y ansiedades insignificantes. Es como recoger conchas en la playa y nunca encontrar la que uno busca. Pareces ocupado, pero en realidad, solo estás desperdiciando tiempo y energía que podrías haber usado para cosas más importantes. Por lo tanto, la clave no está en el "sufrimiento" en sí, sino en cómo elegimos. Vale la pena esforzarse por superar las dificultades que te ayudan a definir tu camino, desarrollar habilidades y profundizar tu comprensión; mientras que es mejor evitar aquellas que solo te estancan, te deprimen y te hacen malgastar recursos. El verdadero crecimiento suele radicar en una evaluación lúcida de estos dos tipos de dificultades: saber qué quieres y qué puedes soportar, y luego usar tu tiempo y energía limitados en lo que realmente importa.
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