«Sí, aquí no puedo hacerlo, pero en China los drones no están prohibidos, ¿verdad…?» Así es como consiguen influencia blanda. Los rusos ven cada vez más a China como una sociedad más libre. Por supuesto que tienen razón, Xi no está convirtiendo a sus crías en abono, para empezar.
La verdad es que lo odio. Antes teníamos un sector anarcocapitalista clandestino que compensaba parcialmente la locura del Estado. «China es más competente, Occidente es más rico, pero nosotros somos libres». Criptomonedas, drogas, la dark web. Cada vez menos. Aunque se equivoca un poco, sí se puede obtener un permiso.