Por fin conseguí pelmeni, tvorog, kéfir, smetana y pan de centeno de verdad. Me acordé de que los argentinos no tienen ni idea de lo que es buena comida. La cocina eslava es «sencilla», pero la calidad de sus ingredientes puede ser excepcional. La cocina gaucha es inherentemente sencilla porque requiere poco esfuerzo.
Por cierto, le invité a una chica a comer pelmeni. Me dijo que soy guapo, mono y cariñoso (obviamente cierto salvo lo último, pero aun así es agradable oírlo).
