[Parte 3] Al final, Asa y Denji dejan de ser meros reflejos y se convierten en dos almas unidas por el dolor, la culpa y un amor que sobrevive incluso en los lugares más oscuros. Lo que sucede después trata sobre elegir vivir, incluso cuando la vida parece inmerecida.
Tras la muerte de Nayuta, Denji tocó fondo. Una vez más, lo perdió todo: su familia, su razón de vivir y la frágil normalidad por la que tanto había luchado.
En su mente, es su culpa y sabe, al menos en cierto modo, que sus propias compulsiones —ya sea su ansia de afecto, de aprobación o de sexo— son la raíz de su perdición. Cuando Denji se transforma en Pochita, se rinde.
Pochita arrasa el exterior, devorando demonios ligados a los recuerdos de Denji, y cada uno es un eco de su dolor. Pero incluso en esa destrucción hay un propósito. Pochita no borra recuerdos para insensibilizar a Denji, sino que intenta recordarle lo que una vez le dio sentido a la vida.
Asa se convierte en la segunda voz que lo llama de vuelta. Expresa lo que Pochita intenta que Denji comprenda. Le dice las mismas palabras que él usó una vez para salvarla: que aunque la vida esté llena de momentos difíciles, aún hay cosas por las que vale la pena vivir.
Denji se sumerge en el agua, dejándose arrastrar por el peso de los recuerdos. Se ahoga en su propio dolor. Pero lo importante no es recordar cuánto perdió, sino cuánto puede amar. Asa personifica exactamente eso cuando extiende la mano hacia él a través del agua y lo saca.
Suelo destacar esta escena porque resume la lucha interna de Denji mejor que casi cualquier otra cosa. Es el momento que define no solo su confusión, sino también por qué tantos perciben sus sentimientos hacia Asa como ambiguos.
Cuando Denji emerge del agua, llega a una conclusión errónea. Se mira en el espejo y cree que lo que lo mantiene con vida y lo ayuda a superar el sufrimiento es el placer. El mismo placer que ha perseguido toda su vida: comida, sexo y distracción.
La tragedia de este momento reside en aquello de lo que aparta la mirada. Porque mientras se contempla en su propio reflejo (sus propios deseos hedonistas), aparta la vista de lo que realmente lo rescató del agua. La verdad está justo a su lado y es Asa.
Asa representa el tipo de conexión que Denji realmente necesita, no los placeres pasajeros que desea. Ella personifica la intimidad emocional y la ternura que existen sin intercambio ni exigencia.
Para comprender lo que Asa representa realmente para Denji, primero debemos analizar lo que representan Barem y Fumiko, pues son los espejos que la enmarcan. Y una vez que las comprendamos, el papel de Asa quedará completamente claro.
Barem es un fanático. Disfruta con el sufrimiento de Denji. Le encanta verlo sangrar, verlo luchar y verlo convertirse en Chainsawman, y eso no es casualidad, ya que la transformación de Denji en Chainsawman es en sí misma un mecanismo de defensa.
Cuando Denji pelea, no solo lucha contra los demás, sino que se castiga a sí mismo. La violencia es su forma de anestesiar sus emociones y recuperar el control. Barem alimenta esa necesidad. Representa la parte de Denji que busca el dolor como sustituto del sentimiento y la que equipara el sufrimiento con un propósito.
Por otro lado, Fumiko representa la hipersexualidad, otro mecanismo de defensa de Denji. Desde su primer encuentro, lo seduce, ofreciéndole atención y validación justo como Denji cree desearla. Es una tentación disfrazada de intimidad.
Y ahí es donde entra Asa. Porque Fumiko es el contrapunto de Asa. Si Fumiko representa lo que Denji desea, Asa representa lo que necesita. Todo lo que Fumiko representa (placer, distracción, validación) Asa lo rechaza. A Fumiko le encanta el sushi, Asa lo odia.
Si Denji es ciego a lo que realmente necesita, ¿por qué no sería también ciego a sus sentimientos por Asa? Su incapacidad para reconocerla se debe al mismo defecto que lo define. Sus sentimientos por Asa parecen ambiguos porque están directamente ligados a su desarrollo como personaje.
También creo que muchos malinterpretan su reacción ante la muerte de Nayuta. Lo ven caminar, comer y piensan que ya lo superó. Pero Denji no supera nada. Simplemente sigue adelante porque no sabe cómo detenerse. Se autodenomina una máquina de movimiento perpetuo, y lo es.
De repente, Yoru decide tener una “cita” con Denji, y aunque Yoru no es el foco de este análisis, sería deshonesto pretender que no tiene ningún papel en la relación.
A su manera, Yoru también siente lo mismo que Asa. La frontera entre ellas se ha difuminado. Es difícil distinguir dónde termina Asa y dónde empieza Yoru, y parece que algunos de los sentimientos de Asa por Denji se han filtrado en la propia Yoru, pero la falta de control de Asa en todo esto sigue presente...
Cuando Yoru usa el sexo para tentar a Denji a luchar contra el Demonio de la Muerte, no se trata solo de manipulación, pues ahora sabe que esa es su debilidad, sino que quizás también sea su forma de evitar convertirlo en un arma. Denji es consciente de que está siendo manipulado, pero aun así se deja caer.
Luego viene la pequeña y tranquila escena. En ella parece que Denji está a punto de tocar el pecho de Asa (Yoru), pero en vez de eso la cubre con una manta. Es un momento controvertido, pero creo que Fujimoto pretendía mostrar con precisión dónde está el límite para Denji.
Creo que la idea de tocarla realmente le pasó por la cabeza, lo cual creo que probablemente sea controvertido, pero déjenme explicarles. Fue un destello impulsivo de alguien en su peor momento, desesperado por cualquier cosa, pero no actúa en consecuencia porque incluso ahora, incluso en el fondo del pozo, no es esa persona.
Es capaz de sentir lujuria, pero no de hacer daño. Un pensamiento no es un crimen, y la moderación de Denji revela más sobre su humanidad que cualquier impulso. Denji cubre con una manta a quien parece ser Asa. Fue entonces cuando comprendí que Denji jamás usaría el cuerpo de Asa, ni siquiera si Yoru le ofreciera sexo.
Asa recupera el control de su cuerpo y advierte a Denji sobre los planes de Yoru, suplicándole que la mate antes de que Yoru pueda llevarlos a cabo. Sin embargo, Denji no lo comprende del todo. Proyecta su vínculo con Pochita en Asa y Yoru, creyendo que pueden aprender a coexistir como él y Pochita lo hacen.
Cuando Asa insiste en que la mate, Denji de repente agarra una silla y la ataca. Creo que sorprendió a todos, pero fue un impulso.
Muchos dicen que Denji intentaba enseñarle a Asa la lección de que no quería morir, pero no estoy de acuerdo porque, de ser así, no le sorprendería que ella lo esquivara.
O tal vez sí intentó darle una lección y simplemente se enfadó porque lo llamaran asesino y por la reacción de Asa, a pesar de que ella se lo pidió (jaja). No sé, esta escena siempre me ha resultado difícil de entender.
Pero para explicar por qué lo hizo, debemos recordar la conclusión a la que llegó durante su etapa de envejecimiento. Desde la muerte de Nayuta, ha estado actuando por inercia, repitiendo la misma conclusión a la que llegó en su desesperación: que las personas que ama siempre pueden ser reemplazadas.
Se dio cuenta de que Asa en realidad no quería morir y le dijo: “Aunque muero todo el tiempo, nunca estoy preparado”. Es su manera de decirle que ella tampoco quiere morir.
Pero entonces Asa llora y eso lo despierta. Sus lágrimas lo conmueven y, en ese instante, se da cuenta de lo que ha hecho y decide consolarla como lo hizo durante el arco del Acuario.
Después, intenta consolarla de la única manera que sabe: enseñándole su propio y defectuoso mecanismo de defensa. Le dice que se distraiga divirtiéndose. Es como si un ciego guiara a otro ciego, y Asa se lo toma muy en serio, pues quiere convertirse en una "mujer tóxica" para dejar de preocuparse tanto.
Y cuando no puede hacerlo por sí misma, deja que Yoru tome el control por completo. Yoru es todo lo que Asa cree que no puede ser: intrépida, sin remordimientos y egoísta. Pero Yoru no es libertad, es una vía de escape. Es en quien Asa se refugia cuando la culpa y el dolor se vuelven insoportables.
Después de todo, Denji vuelve a caer, enfrentándose al falso Hombre de la Motosierra y viéndose obligado a lidiar con la culpa que siente por haber salvado a un gato en lugar de a personas. La culpa que siente por... todo.
De repente, Yoru recuerda las armas nucleares. Creo que esta página me demuestra que Yoru confunde el poder con el amor. Yoru quiere ser el más temido y poderoso para no ser olvidado y ser amado.
Pero esta vez Asa se niega a tropezar. Por primera vez, su amor por alguien supera su instinto de autosabotaje. Recupera el control y le dice algo que ninguna mujer jamás le ha dicho: que tiene derecho a pensar por sí mismo, aunque sea tonto, y que lo resolverán juntos.
Después, se ven inmersos en un sueño compartido. Un espacio traumático donde Asa se encuentra con el Denji de su infancia. El niño que ha vagado por esos callejones durante lo que parecen años, representando al niño interior herido de Denji, el mismo al que Makima una vez le dijo que no merecía ser feliz.
Asa lo entiende porque ella también lo ha vivido. Carga con su propia culpa desde la infancia: la culpa de haber dejado morir a su padre abusivo, el dolor que la convenció de que no merecía amor. Asa se preocupa profundamente por Denji y quiere que esté a salvo pase lo que pase.
Finalmente se ven tal como son. Dos niños destrozados por el amor, moldeados por el abuso y atados por la vergüenza. Asa quiere acabar con todo, dejar que Denji la devore para poder vivir. Pero Denji se niega; no repetirá los mismos errores, no volverá a perder a alguien que ama.
Esta vez Denji piensa por sí mismo y decide crear su propio mundo al que invita a Asa. Y Denji sonríe. Creo que es porque, en su opinión, Asa es "bueno", y si Asa ha vivido lo mismo que él, entonces tal vez él también pueda ser bueno y merezca ser feliz.
Aunque el mundo quiera que Denji se coma a Asa para salvar a la humanidad, aunque el mundo quiera que Asa convierta a Denji en un arma, e incluso aunque ellos mismos deseen que el otro lo haga, ninguno de los dos renunciará jamás a la persona que más les llegó al alma, aunque le cueste la humanidad.
En la segunda parte no hay un villano definitivo, solo reflejos. Fumiko es la lujuria de Denji, Barem su violencia, Yoru el deseo de Asa, la Muerte el impulso s**cida que ambos comparten. Al final, Asa y Denji siempre estaban luchando contra sí mismos de alguna manera.
![[Parte 3]
Al final, Asa y Denji dejan de ser meros reflejos y se convierten en dos almas unidas por el dolor, la culpa](https://pbs.twimg.com/media/G5Qc0FgWgAEue80.jpg)
















































