Es probable que estas tasas regulatorias, multas, impuestos, etc., funcionen de forma similar a los impuestos y tasas que se aplican a las tabacaleras. Algunas se destinarán a las personas supuestamente perjudicadas (programas de reciclaje laboral que no darán resultado, educación, etc.), pero la mayor parte será dinero malgastado.
Básicamente, son fondos que los políticos pueden usar para comprar votos de votantes económicamente desfavorecidos que apoyarán estas políticas. Los únicos que no estarán de acuerdo serán el pequeño grupo de emprendedores y tecnólogos ambiciosos que, a pesar de su dinero, solo votan una vez.