Dos parámetros interesantes en mis interacciones con humanos y modelos de aprendizaje son la cohesión y la generalidad. La cohesión describe la estabilidad de las políticas y creencias cuando se las pone a prueba; la generalidad describe la capacidad de integrar nuevos datos, hechos e ideas.
Algunas personas son más cohesionadas y/o tienen una mentalidad más general que otras. Si se las somete a privación sensorial o a entornos sectarios, tienden a descontrolarse a ritmos y velocidades diferentes, lo que se manifiesta en alucinaciones y cambios de actitud irracionales.
¿Podemos establecer un punto de referencia de coherencia que compare directamente la cohesión y la generalidad de los humanos y los LLM? La «psicosis del LLM» describe una situación en la que el LLM es más cohesivo que el interlocutor humano, lo que provoca que este último se desvíe del tema. El «descontrol» es lo opuesto.