Debo recordar que cuando me refiero a la comida como "asquerosa", "repugnante" o "basura", para los demás suena negativo y no como el elogio que pretendo ser.
«¡Uf, qué montón de porquería! ¡Qué asco!» —yo, intentando decir que me gusta la comida.
Sin querer dije que la pizza casera de alguien era "un puto desastre" o algo así, y tuve que explicar que eso era bueno. Lo cual fue difícil de explicar.