Los sistemas 3DGS, las imágenes satelitales y los drones están revolucionando la recuperación ante desastres y la guerra moderna. Los avances en la reconstrucción 3D en tiempo real disiparán la incertidumbre en la guerra. Los drones son económicos y omnipresentes, y con Gaussian Splatting, cualquiera puede desarrollar una percepción espacial casi instantánea. Esto incluso puede lograrse mediante un enfoque predictivo, similar al de la visión autónoma de Tesla. La primera prueba de LichtFeld Studio ya demostró que se pueden entrenar siete escenas en unos veinte minutos con una RTX 4090, incluso con un enfoque clásico basado en optimización. Esto se combina con la integración de características, que permite solicitar directamente en la escena objetos como personas, tanques o edificios. Casi todas las semanas se publican nuevos artículos de investigación que hacen precisamente esto. Proyectos como Skyfall GS ya transforman imágenes satelitales en entornos urbanos 3D explorables utilizando modelos de difusión con renderizado en tiempo real. Las empresas están empezando a experimentar con la cartografía descentralizada, donde diferentes actores aportan sus propios datos 3D que se fusionan en un modelo global coherente. En zonas de desastre, esto se traduce en mapas situacionales 3D instantáneos. Edificios derrumbados, calles inundadas y carreteras bloqueadas pueden reconstruirse y compartirse en cuestión de minutos para guiar a los equipos de rescate. En la guerra, se convierte en un amplificador de inteligencia masivo, combinando imágenes de drones y satélites para crear mapas 3D en tiempo real del terreno, los movimientos y la infraestructura más rápido que cualquier reconocimiento tradicional. El siguiente paso no consiste solo en ver el mundo, sino en reconstruirlo en tiempo real.
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