Hilo de MrNeRF (@janusch_patas)

¡Hace dos semanas me arreglé un diente con algoritmos que escribí hace un par de años! Me apasioné por el escaneo 3D cuando empecé a trabajar en una empresa de software en Zúrich que programaba algoritmos de geometría computacional 3D para el escaneo de prótesis dentales y la fabricación de coronas (entre otros productos). En aquel entonces, el proceso típico de reconstrucción era el siguiente: escanear los dientes del paciente con un escáner intraoral, reconstruir la malla de la superficie, diseñar la restauración digitalmente y, finalmente, fresar la corona en cerámica. Trabajábamos principalmente con nubes de puntos y mallas, pero no se trataba solo de matemáticas, sino de artesanía traducida a un proceso digital. Cada micra importaba. Se podía ver claramente cómo un buen algoritmo se traducía en un mejor ajuste en la boca del paciente. El método Gaussian Splatting no se centra en la reconstrucción de superficies, sino en la reconstrucción de la apariencia. No tiene en cuenta la topología explícita, sino que captura cómo interactúa la luz con la escena. En cierto modo, es la filosofía opuesta a la del mundo dental: en lugar de modelar lo que es el objeto, modela cómo se ve. El splatting gaussiano 3D permite aplicaciones como el entrenamiento de coches autónomos, la enseñanza de robots a comprender su entorno, la creación de mundos virtuales o la monitorización de emplazamientos reales. Representa escenas como millones de pequeñas gaussianas renderizadas en tiempo real sin necesidad de mallas ni texturas. Proveniente de un mundo donde la geometría de precisión lo era todo, este cambio resultó natural. Sigue tratándose de reconstrucción, pero con un objetivo diferente: no fabricar un objeto perfecto, sino reproducir cómo luce el mundo en realidad. Hace dos semanas me pusieron mi primera corona dental, hecha con el mismo software, algoritmos de reconstrucción y precisión suiza que ayudé a desarrollar. Hace dos años que no trabajo allí, pero sentarme en esa silla y ver el proceso desde otra perspectiva fue un momento de gran orgullo. Me recordó por qué me apasiona esta profesión.