A la gente siempre le gusta hablar de cosas que aún no han sucedido, llamándolo planificación. Planificar es necesario; debe tener fases y secuencias principales, y objetivos y resultados correspondientes, pero no necesariamente tiene que ser preciso hasta el nivel estratégico. Determinar qué hacer y cuándo es un plan, pero cómo hacerlo no lo es. Planificar es inútil hasta que chocas con el mundo y escuchas el eco. A menudo, el resultado se logra mediante un proceso continuo de ensayo y error. Una vez que tengas una idea general, empieza a construirla, en lugar de crear planes constantemente.
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