El primer paso para la robótica humanoide probablemente será la subcontratación remota del trabajo físico. Lograr la misma reducción salarial que se aplicó al trabajo cognitivo, pero para empleos que antes solo podían realizarse presencialmente y requerían visados o permisos de trabajo temporal. Como hemos visto con el anuncio de Neo, es probable que los dispositivos humanoides remotos con capacidades estables estén a la vuelta de la esquina y sean más viables que los dispositivos humanoides totalmente autónomos. Veremos cómo una variedad de trabajos presenciales comienzan a ser reemplazados por trabajos remotos de menor costo, con operadores en el extranjero, como un paso intermedio hacia la sustitución total de la mano de obra local. Sospecho que Optimus pronto podría convertirse en el principal competidor en el emergente sector de los dispositivos humanoides remotos. Aún está por verse qué implicaciones tendrá esto para los salarios y el empleo. La contrapartida que esta nueva tecnología permitiría a las empresas occidentales es la de contratar mano de obra por debajo del salario mínimo, pero con menor eficiencia, hasta que la robótica humanoide remota mejore su destreza.
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