Siempre y cuando el trabajo pueda entregarse a tiempo, no hay necesidad de apresurarse. Por ejemplo, trabajo más de diez horas al día y mi casa es un espacio muy pequeño, así que puedo trabajar despacio. Si se vuelve más eficiente, ¿se limitará a quedarse en casa viendo la tele y disfrutando del aire acondicionado? Eso me disgustaría muchísimo. Además, mejorar la eficiencia no generará ingresos para la familia. ¿Acaso debo pedirle que trabaje para mí y gane dinero? Al fin y al cabo, no puedo pagarle un sueldo.
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