Castración psíquica: el hechizo satánico del porno gratuito “El orgasmo es el altar; el cuerpo, el templo; y la mente, la víctima”. No es casualidad que MindGeek, una corporación con un nombre demasiado obvio, esté a la cabeza de la industria mundial de la pornografía. (Un Corto 🧵)
Este monopolio, oculto tras innumerables sitios de streaming gratuito y contenido aparentemente descentralizado, es un centro neurálgico de lo que puede entenderse no meramente como comercio, sino como una forma ritual de esclavitud tecnológica. Control mental disfrazado de entretenimiento para adultos.
La pornografía es magia negra. No en sentido metafórico, sino en la definición literal de Magia Negra: la manipulación de la conciencia mediante símbolos, sensaciones y energía sexual; sin el consentimiento ni la comprensión del sujeto. Es una violación literal de la mente.
La Doctrina Tántrica enseña que la energía sexual es la fuerza creativa más potente del universo. Es el poder que da origen a dioses y galaxias. Pero cuando se invierte, cuando se roba y se dispersa sin un propósito superior, se convierte en un arma psíquica de esclavitud y destrucción masiva.
El autor de Piense y hágase rico, Napoleon Hill, escribió: “La energía sexual es la energía creativa de todos los genios”. En el tantra, esta energía se denomina Ojas, la sustancia sutil que se forma al conservar y refinar la esencia sexual. En los textos alquímicos, es la Materia Prima de la Gran Obra.
La pornografía, especialmente en su forma digital e hiperestimulante, está diseñada con la intención expresa de destruir Ojas y disiparlo a través de la liberación compulsiva.
Esto cortocircuita el sistema de recompensa del cerebro y drena la Kundalini antes de que despierte. En el Tantra, una enseñanza fundamental advierte contra la trampa de Maya: la ilusión de la forma que conduce a la ilusión del YO. La pornografía ha ayudado a amplificar Maya a escala industrial.
La pantalla se convierte en un santuario para una falsa diosa, un hechizo de glamour que detiene la imaginación. Así como los gnósticos advirtieron que los Arcontes simulan la realidad para distraer al alma del Pleroma (la fuente divina), también la industria del porno simula la intimidad.
Ofrece infinitas variaciones de deseo sin permitir nunca la verdadera unión. El Evangelio gnóstico de Felipe enseña: “El mundo llegó a existir por un error... porque el sistema nunca fue diseñado para traer plenitud”. Desde este punto de vista, la pornografía no se trata de libertad, sino de frustración.
Produce hambre, pero nunca satisfacción. Esclaviza por diseño. Estudios demuestran que el consumo compulsivo de pornografía desensibiliza los receptores de dopamina, disminuye la testosterona, reduce la motivación y altera las vías neuronales.
El resultado: poblaciones dóciles y sobreestimuladas, incapaces de controlar sus impulsos animales. El verdadero Tantra no es hedonismo, sino disciplina espiritual a través de la energía erótica. Su objetivo supremo es transmutar la corriente sexual en consciencia divina, no derramarla descuidadamente.
La pornografía niega este camino sagrado y lo reemplaza con una eyaculación interminable, tanto literal como simbólica.
El camino de la izquierda del Tantra advertía sobre este mal uso. Las formas corruptas del deseo se convierten en trampas para el alma, encadenándola al samsara (el ciclo de la ilusión). Donde antes el sexo era una puerta de entrada a los dioses, ahora es una puerta trasera hacia una brujería digital de sumisión.
Matrix ya no necesita cables. Usa píxeles y hormonas. La mente como campo de batalla. El porno no es gratis. Tú eres el PRODUCTO. El precio ES tu fuerza de voluntad, tu imaginación y tu futuro. Así como la comida rápida te destroza el estómago, el porno te destroza el templo interior.
El Tercer Ojo, el Plexo Solar y la Raíz Sagrada. Los Canales Energéticos del Hombre, el Sistema de Chakras, están secuestrados y se convierten en un árbol invertido, donde la raíz ya no florece, sino que sangra. GI Gurdjieff dijo: “El hombre es una máquina... pero puede dejar de ser una máquina”.
Dejar de ser una máquina es recuperar la Fuerza de Eros (el Amor en su forma más elevada), no como una adicción, sino como un sacramento. La Ley del SEXO o Intercambio Energético Sagrado. Éste es el Camino de la Transmutación, conocido en alquimia como el Matrimonio Interior y en Tantra como Maithuna.
Aquí, Shiva y Shakti se unen en el cuerpo sutil, no en la fantasía de separación y dominación transmitida por la pantalla. Dominar el yo es dominar el sexo. Dominar el sexo es dominar a los dioses. Gire la fuerza hacia adentro. Alimenta el alma, no los sentidos.
Rechace la falsificación barata del encantamiento pornográfico, el frío abrazo del deseo artificial y camine por el verdadero camino de la gnosis interior. "En el crisol de la carne, el Azufre anhela, el Mercurio danza y la Sal recuerda: su matrimonio da a luz al Hijo del Filósofo." 🧵🔚


















