Me encanta que la gente intente delatarme con cosas que se han impreso decenas de miles de copias, bandas que han girado por todo el mundo, cosas que ya han sido reportadas por Pitchfork... lo que sea. No me puedo permitir el lujo de sentir vergüenza secreta, chicos. ¡A por todas!
Sin duda, tengo que dar explicaciones, y no me da vergüenza. Muchas cosas que dije e hice desde una posición de ignorancia, comodidad y privilegio son claramente horribles y me arrepiento. Nadie tiene la obligación de pasarlo por alto, y sí siento la obligación de redimirme...
Un proyecto que he emprendido poco a poco a medida que he madurado, evolucionado y aprendido con el tiempo. No espero ninguna gracia, y sinceramente siento que ni yo ni otros de mi generación hemos sido suficientemente reprendidos por palabras y comportamientos que, en última instancia, contribuyeron al empobrecimiento de la sociedad.
Para mí y muchos de mis compañeros, nos equivocamos de cálculo. Creíamos que las principales batallas por la igualdad y la inclusión ya estaban ganadas, y que la sociedad acabaría por expresarlo, así que no perjudicábamos nada con nuestra oposición, la conmoción, el sarcasmo ni la ironía.
En todo caso, estábamos tratando de subrayar la banalidad, la indiferencia cotidiana hacia nuestra historia común con lo atroz, todo mientras trabajábamos bajo la noción tácita *errónea* de que las cosas estaban mejorando.
Ya era hora de hablar sobre mi papel en inspirar la mierda de "edgelord". Créeme, he conocido a muchos castigadores en conciertos y me solidarizo con cualquiera que, aunque no sea yo, haya tenido que sufrirlos.